Bio
YOGA DESDE LOS 14 AÑOS
Tenía 14 años cuando mi padre me llevó por vez primera a una clase de yoga. Fue ahí, en el Centro Sananda de Vigo, donde encontré los que en un futuro serían mis profesores y primeros guías en esta práctica y filosofía. Ese mismo año, 1994, tuve la fortuna de pasar unos días con mi familia en el Centro de Salud Vital Zuhaizpe, un lugar tranquilo en la sierra de Navarra en el que llevando una alimentación higienista o a través de ayunos controlados se realiza un profundo trabajo emocional y de crecimiento personal. Una verdadera Escuela de Salud donde, aún de forma inconsciente por mi edad, comencé a tomar contacto con herramientas para llevar una vida sana en contacto con la naturaleza. Fue un aprendizaje que quedó latente hasta la edad de 20 años, cuando estudiaba Ciencias Ambientales en la Universidad de Huelva. Allí tomé una clase que me entusiasmó; habían pasado seis años de aquella primera experiencia en Vigo y sentí que había encontrado un camino por el que quería continuar y profundizar.
Completé mis estudios en Sevilla y tomé clases con nuevos profesores/as y métodos hasta que comencé un proyecto profesional en Ourense que duraría diez años, dedicado a la defensa y educación ambiental con la ONG ecologista Amigos de la Tierra. Mientras tanto y en paralelo al que entonces era mi trabajo, continué con la práctica de yoga y la formación a través de diferentes cursos y talleres.
Es a mi vuelta a Vigo en el año 2010 cuando realmente comienza mi dedicación también de forma profesional con el Yoga. Volví al centro donde había tomado mi primera clase quince años antes, y bajo la tutela de su director Mádhana (un referente con reconocimiento a nivel internacional en el ámbito del Yoga y su filosofía) comencé mi formación como profesora. Adquirí el diploma por la Yoga Alliance y la Asociación Internacional de Profesores de Yoga Sananda (A.I.P.YS.) en Hatha Yoga e impartí allí mis primeras clases pasando a formar parte del profesorado del Centro.
30 AÑOS DESPUÉS
Durante unos años continué combinando mi pasión por la práctica, la formación y la enseñanza de Yoga con el proyecto en Amigos de la Tierra. Pero en el año 2014 descubrí el Ashtanga Yoga, provocando en mí un trabajo personal que me llevó entre otras cosas a la decisión de involucrarme de lleno con el Yoga. Desde 2015 continúo con la práctica regular de Ashtanga, adquiriendo formación permanente a través de diferentes talleres con maestros internacionales; e impartiendo clases de Hatha Yoga durante un tiempo en otros lugares además de Sananda.
Ahora, treinta años después de aquella primera clase, mi vida está totalmente involucrada con esta tradición milenaria y viva, que nos ayuda a desarrollar la salud y la coherencia para vivir de un modo más consciente. Invierto mi energía como profesora en mi proyecto Fluindoyoga, donde intento motivar a las/os alumnas/os a iniciarse en esta práctica que tanto me regala.
Estoy certificada por la Yoga Alliance RYT 500H en Hatha Yoga. He realizado cursos y practicado con diferentes profesores de Hatha y de Ashtanga Yoga en España y en India. Mis clases son exigentes y dinámicas, en las que doy mucha importancia a la corrección postural.
Dirijo también el curso de formación de nuevas/os profesoras/es de Yoga en Vigo e imparto con ilusión toda la parte práctica y técnica para que las nuevas instructoras puedan impartir clases con seguridad y calidad en la enseñanza.
YOGA DESDE LOS 14 AÑOS
Tenía 14 años cuando mi padre me llevó por vez primera a una clase de yoga. Fue ahí, en el Centro Sananda de Vigo, donde encontré los que en un futuro serían mis profesores y primeros guías en esta práctica y filosofía. Ese mismo año, 1994, tuve la fortuna de pasar unos días con mi familia en el Centro de Salud Vital Zuhaizpe, un lugar tranquilo en la sierra de Navarra en el que llevando una alimentación higienista o a través de ayunos controlados se realiza un profundo trabajo emocional y de crecimiento personal. Una verdadera Escuela de Salud donde, aún de forma inconsciente por mi edad, comencé a tomar contacto con herramientas para llevar una vida sana en contacto con la naturaleza. Fue un aprendizaje que quedó latente hasta la edad de 20 años, cuando estudiaba Ciencias Ambientales en la Universidad de Huelva. Allí tomé una clase que me entusiasmó; habían pasado seis años de aquella primera experiencia en Vigo y sentí que había encontrado un camino por el que quería continuar y profundizar.
Completé mis estudios en Sevilla y tomé clases con nuevos profesores/as y métodos hasta que comencé un proyecto profesional en Ourense que duraría diez años, dedicado a la defensa y educación ambiental con la ONG ecologista Amigos de la Tierra. Mientras tanto y en paralelo al que entonces era mi trabajo, continué con la práctica de yoga y la formación a través de diferentes cursos y talleres.
Es a mi vuelta a Vigo en el año 2010 cuando realmente comienza mi dedicación también de forma profesional con el Yoga. Volví al centro donde había tomado mi primera clase quince años antes, y bajo la tutela de su director Mádhana (un referente con reconocimiento a nivel internacional en el ámbito del Yoga y su filosofía) comencé mi formación como profesora. Adquirí el diploma por la Yoga Alliance y la Asociación Internacional de Profesores de Yoga Sananda (A.I.P.YS.) en Hatha Yoga e impartí allí mis primeras clases pasando a formar parte del profesorado del Centro.
SIN MIEDO A LOS CAMBIOS
El Yoga me ha acompañado en todos los momentos importantes de mi vida. Me ha permitido experimentar una vivencia más íntima y conectada con mi bebé cuando estaba embarazada, y también durante la crianza; me ha permitido aceptar los cambios del cuerpo y emocionales desde la confianza, la seguridad y el pensamiento positivo.
Si el Yoga es tu pasión, ¡no tengas miedo a cambiar! Si sientes que has quemado una etapa pasa a otra, trabaja el desapego y disfruta del comienzo de un nuevo camino. En FluindoYoga podemos acompañarte en este inicio. 🙏